ECUADOR.- La Secretaría de Gestión de Riesgos de Ecuador subió a 238 el número de fallecidos a causa del peor sismo en cuatro décadas que azotó al país ayer por la noche.
El gobierno de Canadá dijo que dos ciudadanos canadienses están entre los muertos por el terremoto que azotó a Ecuador el sábado en la noche.
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La oficina de Asuntos Globales de Canadá sacó un comunicado diciendo que "está profundamente triste por las trágicas muertes", causadas por el terremoto de 7.8 Equipos de rescate buscan sobrevivientes entre los escombros del temblor que también dejó más de mil 500 heridos, provocó pánico en otras ciudades costeras y activó por unas horas alertas de tsunami en Perú, Colombia, Costa Rica y Panamá.
El gobierno también reportó la destrucción de cientos de edificios y el cierre de carreteras principales en lugares donde el terremoto se sintió más fuerte. Decenas de replicas del sismo de magnitud 7.8 seguían sacudiendo el litoral del país de 16 millones de habitantes."Estamos canalizando más asistencia de forma permanente, hemos enfrentado complicaciones logísticas", dijo el vicepresidente Jorge Glas desde la localidad de Portoviejo, una de las zonas más afectadas."No se metan en los escombros para tratar de salvar pertenencias", agregó, pidiendo calma a la población."Fue algo horrible, parecía que (el edificio) se desmoronaba como un cartón. Yo rezaba y me arrodillé para pedir a Dios nos proteja", dijo Galo Valle, de 56 años, custodio de un edificio en el centro de Guayaquil, la ciudad más grande del país, mientras limpiaba los vidrios y pedazos de mampostería.
Muchas casas se derrumbaron en Guayaquil, otras estaban cuarteadas, un puente colapsó aplastando un auto y los escombros obstruían varias calles. La gente pasó la noche fuera de sus hogares, temerosa de las réplicas que, según el Instituto Geofísico de Ecuador, eran más de 160 hasta el domingo.
El canal privado Televicentro (TVC) mostró imágenes de la localidad de Pedernales, cerca al epicentro, donde se veían casas destruidas y habitantes a bordo de una pala mecánica removiendo escombros en busca de sobrevivientes.
En otra toma, mientras recuperaban un cuerpo, la gente sólo atinaba a gritar y llorar desesperadamente. "Pedernales está destruido", dijo uno de los improvisados rescatistas.
El terremoto fue el más fuerte desde el sismo de magnitud 7.7 que golpeó al país en diciembre de 1979 y causó entonces unos 600 muertos y 20 mil heridos, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Glas agradeció la rápida respuesta de países latinoamericanos y de la Unión Europea que estaban enviando ayuda.
El gobierno de Estados Unidos también estaba listo para colaborar con "el pueblo ecuatoriano en este momento difícil", escribió en Twitter el secretario de Estado, John Kerry.
En algunas partes de la capital Quito, a 170 kilómetros del epicentro, hubo cortes de electricidad y de los servicios telefónicos, pero no hubo reportes de víctimas.
La situación era más grave en la costa, donde se habilitaron alojamientos temporales en centros comerciales tras la destrucción de hoteles, casas y carreteras.